¿Has cambiado alguno de tus hábitos en los últimos años en un intento por respetar más el medio ambiente? ¿Se acabaron las bolsas de plástico? ¿Vuelas menos? ¿Compras más alimentos orgánicos?
La verdad es que no solo las personas están cambiando sus comportamientos ante un mundo cambiante. Las marcas también están cambiando su forma de trabajar.
En esencia, ser más sostenible permite a una marca seguir ofreciendo un servicio y ser productiva reduciendo el daño al medio ambiente y la sociedad en su conjunto. Se trata de tener en cuenta las consecuencias de un capitalismo descontrolado, de un crecimiento a cualquier precio, y adaptarnos, para reducir o eliminar ese daño.
Esa adaptación puede conllevar algo tan esencial como el producto que se produce, o podría tratarse de las prácticas laborales que producen el producto.
No se trata solo de que sea lo correcto; también es lo que quieren los consumidores, según Forbes: “…la mayoría de la Generación Z (el 54 por ciento) afirma que está dispuesta a gastar un 10 por ciento o más en productos sostenibles, y un 50 por ciento de millenials están de acuerdo”.
Con un marketing sostenible garantizas que personas a las que les importa sepan qué está haciendo tu marca.
Aquí te dejamos un par de ejemplos de marketing sostenible en acción.
Patagonia
Para una marca como Patagonia, cuyo fin es equipar a la gente para que disfrute de actividades al aire libre, tiene todo el sentido del mundo que la sostenibilidad sea algo tan esencial. La sostenibilidad, en su caso, va más allá de ser una iniciativa de RSC que puedes encontrar camuflada en una nota de prensa, sino que está presente en la mayoría de sus actividades de marketing. Para mucha gente, esa es la razón principal por la que eligen una marca y no la competencia.
¿Cómo lo hace?
Para cualquier marca de moda, el producto en sí es lo que va a tener el mayor impacto en el medio ambiente, por lo que Patagonia usa materiales reciclados y sostenibles, siempre que sea posible, además de contar con la certificación de comercio justo y ser trazable, tal y como se espera de una marca de moda sostenible.
También se dieron cuenta de que el mercado de segunda mano de sus prendas representaba una gran oportunidad, tanto para la sostenibilidad (¿por qué fabricar la misma camisa dos veces?) como económicamente. Si Patagonia se hacía con el mercado de reventa, podía vender la misma camisa dos veces y reducir al mismo tiempo el impacto en el medio ambiente. Así que creó la tienda Worn Wear, una plataforma de comercio electrónico que permite a los usuarios comprar productos de segunda mano de Patagonia en un sitio propio gestionado por ellos.
Aunque lo más radical de todo fue que la marca ha pasado de la publicidad al activismo. En 2021, publicó un provocador anuncio a toda página en el New York Times, disuadiendo a la gente de que comprara sus productos.
Se inició así una conversación sobre consumismo y un camino hacia todo aquello que debía pasar, que sentó las bases para que la marca colocara la sostenibilidad y la ética en el centro de todo lo que hace.
Lego
Llegados a este punto, todos somos conscientes de la necesidad de generar menos plástico. Una vez que el plástico se produce, permanece en el medio ambiente durante cientos de años antes de su descomposición. Entonces, ¿qué podemos hacer cuando toda tu empresa gira en torno a crear millones de diminutos bloques de plástico?
¿Cómo lo hace?
Para Lego, ha requerido un cambio radical de sus prioridades. Se ha marcado unos objetivos de sostenibilidad ambiciosos, incluida la fabricación de todos sus principales productos a base de materiales sostenibles para 2030. Los esfuerzos de sostenibilidad de la empresa se promueven a través de una estrategia de marketing digital que conecta el marketing de contenido, las RR. PP. y las redes sociales para comunicar su mensaje.
Es una tarea particularmente compleja, ya que Lego no puede comprometer la integridad de sus bloques, que se han diseñado con tal precisión, que los mismos bloques que se producían en los años 70, siguen encajando a la perfección cuando los manejan los críos de hoy en día. Si se cambiaran demasiado los materiales, se podría comprometer la marca.
Así que, aunque es algo en lo que siguen trabajando, se trata también de una buena prueba del tipo de cambios y desafíos impuestos por las nuevas marcas si quieren seguir siendo relevantes para un público que exige cada vez más productos sostenibles.
Marketing sostenible como servicio
Otro modo de pensar en el término de “marketing sostenible” es desde el punto de vista del servicio.
Las agencias de marketing tradicionales, que trabajan en edificios de oficinas, con un ejército de empleados en constante movimiento, no son muy sostenibles. Y lo que pasa es que, al igual que ocurre en el caso de las marcas sostenibles que están surgiendo, las formas sostenibles de marketing como servicio también se están imponiendo. Estos nuevos modelos de servicio ofrecen, por lo general, su experiencia en marketing dirigido para marcas sostenibles o con el simple objetivo de mejorar su sostenibilidad a través de iniciativas, como alcanzar la neutralidad de carbono.
Akepa ataja ambos frentes: es una agencia de marketing sostenible para marcas sostenibles. Y nos gustaría pensar que lo estamos haciendo de forma auténtica. Después de todo, el greenwashing o ecoblanqueamiento es la parte cínica de la sostenibilidad que hace que nos sigamos preguntando acerca de cualquier producto o servicio que vaya etiquetado con esa palabra que empieza por “s”.
Conoce más detalles acerca de nuestra sostenibilidad aquí.
Y, si te apetece ver el marketing sostenible en acción, puedes echar un vistazo a los casos de éxito de nuestros clientes.
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